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Friday, May 18, 2018

1950: La insurección nacionalista

Apenas ayer pude, por fin, ver el documental 1950: La insurrección nacionalista escrito, dirigido y producido por el cineasta José Manuel Dávila Marichal. Mientras disfrutaba del film, en mi mente resonaban pasajes de La Mordaza de Ivonne Acosta Lespier. El documental intenta recrear la lucha nacionalista por la independencia de la isla, bajo la dirección de Pedro Albizu Campos, en el momento de mayor intensidad dramática. Para lograrlo se utilizan reproducciones de periódicos de la época, resoluciones de ley y otros textos; también utilizan fotos, muchas, que sirven para identificar a los protagonistas pero más aun para que el público aprecie la magnitud de la persecución a la que fueron sometidos los nacionalistas. El que haya tantas fotos todavía disponibles en una época en que las fotografías personales no estaban en boga, sirven para imaginarnos el grosor de sus carpetas, compiladas por las autoridades que no cejaban en su esfuerzo por subyugarlos e intimidarlos. Sin embargo, lo más certero de este trabajo son las entrevistas con algunos de los sobrevivientes.

Heriberto Marín, Ricardo Díaz, Edmilio Marín, José Miguel Alicea y Carlos Padilla, todos ex-cadetes en la lucha nacionalista lucen lúcidos y coherentes. Son capaces de dar detalles pertinentes de su lucha y de su vida personal. Ricardo Díaz de 90 años en el momento en que se le filma narra de forma conmovedora e indoblegable como estuvo involucrado en la lucha y como su familia resultó victimizada por sus ideales. El caso más notorio, documentado en La Mordaza y también en el libro dedicado a las heroínas de la lucha nacionalista de Olga Jiménez de Waggenheim, es el de Leonides Díaz, la madre de Díaz. Leonides, estuvo encarcelada siete años por meramente recriminarle a los soldados que fueron a su casa buscando a sus hijos y esposo que aquel 30 de octubre de 1950 era un día para luchar por la patria. (Nationalist Heroines, 2015).


Otro de los aciertos de la película, fue incluir la voz urgente y resuelta de Albizu Campos en ciertos pasajes. Hay muchas imágenes familiares del maestro, pero su voz apagada hace décadas, no lo es. (Me hubiese gustado saber si los discos (LPs) con las grabaciones de la voz de Albizu eran de la colección de Díaz --aunque lo dudo-- o de alguna colección privada.)

Para los que no conocen a fondo la historia de la insurrección del 1950, es revelador conocer la extensión territorial de la lucha. No fue solo en Jayuya que se sublevaron sino que hubo atentados por varios puntos de la isla. También pone de manifiesto, aunque no de forma explicita, los errores y malentendidos entre los cadetes, las luchas internas, la fuerza carismática de Albizu y lo que tuvieron que sobrellevar los arrestados de ese momento ya que no solo fueron duramente castigados, sino que sus vidas fueron tronchadas. Peor aún siguieron siendo perseguidos aun después de ser puestos en libertad y vivieron mayormente marginados por la sociedad.

La película se presenta desde abril 2018 en el Fine Arts de Popular Center en Hato Rey.

2 comments:

Ivonne Acosta Lespier said...

Pena que no pude ir con ustedes. Todavía no la he visto, espero que salga en DVD para verla en mi casa con calma.

elf said...

Sí, espero que podamos reunirnos pronto para hablar del filme y tantas otras cosas. Ana Lydia Vega habla del documental en la columna de hoy, domingo...