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Wednesday, January 29, 2020

El olvido que seremos



Esta mañana recibí un alerta en mi teléfono. Me anunciaba que Papi cumplía años. De estar vivo hubiese cumplido 89 años. No lo he olvidado.  Pienso a menudo en el. Todavía invade mis sueños. Todavía su ausencia me conmueve y entristece. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo lo pienso menos. Me recuerda una escena en la película The Natural con Robert Redford. Esta es una película de los 80 sobre un jugador de béisbol madurito que logra una carrera milagrosa.  En la escena que por alguna razón mejor recuerdo, la chica de la película (Glen Close) al re-encontrarse con Redford, quien la había abandonado años atrás, le confiesa que por mucho tiempo lo buscaba entre la gente, siempre con la ilusión de volverlo a ver hasta que un día, sin pensarlo, dejó de buscarlo. El tiempo cura toda herida, parece decir. Y así me parece que ocurre el olvido, sin pensarlo, sin quererlo, sin que uno se lo proponga.

Me he preguntado alguna vez que ocurriría en la vida de los demás, los que de alguna forma cuentan conmigo, si me muriera. Si me dejo llevar por papi, diría que no mucho cambiaría. Y es que aunque uno recuerde al ser querido y a veces hasta olvide que ya no está, la vida para los demás continúa mas o menos igual…

Realmente los vivos, a pesar de lo que vemos en la TV y lo que digan las canciones cursi, no dejamos de ser cuando desaparece alguien de nuestras vidas… Por lo menos así es para los meros mortales. Supongo que a Kobe Bryant y a los demás famosos lo recordarán sus fans y sus compañeros por años, pero ese vacío que deja KB solo lo va a sentir realmente su esposa y tal vez, los hijos por algún tiempo por lo menos. Después quedarán, como decía Joseph Roach en Cities of the Dead, incrustados en las cosas que tocaron, en lo que hicieron que provocó que la vida cambiara para otros, aunque no queden en nuestro recuerdo, aunque su ausencia no conlleve cambios significativos aunque sí imperceptibles.

En el caso de papi, quedará en lo que aprendimos de el, en las fotos, en las pocas cosas tangibles que conservemos de el, en las conversaciones en el que su nombre surja.

*El titulo de esta entrada la tomé del libro de Hector Abad Faciolince en homenaje a su padre.
 https://circuloleoarecibo.blogspot.com/2016/02/en-elolvido-que-seremos-hector-abad.html