Siempre que se ataca a la Universidad de Puerto Rico aquellos que creemos que son más sus méritos
que sus faltas, nos incomodamos. Algunos se tiran a la calle, otros escriben o
dan conferencias de prensa, otros se muerden la lengua para no ofender a los
contactos sociales que frecuentan y no parecen entender su importancia que para
nosotros es obvia. Hay muchas manifestaciones
de este desconsuelo como hay estudiantes, egresados y empleados.
Tanto cariño a veces desemboca en pasión y el entusiasmo en errores.
Entre los errores que han cometido en esta ocasión los estudiantes tengo que
mencionar dos que han salido a la luz. La
primera es la decisión de los estudiantes de coartarle a la prensa el derecho a
informar. No se puede pedir transparencia cuando no estamos dispuestos a
ofrecerla. Segundo, es amenazar con atacar al gobernador. Entiendo el disgusto
de la líder estudiantil, pero en tiempos de ánimos caldeados y ante las
amenazas (obvias en las enmiendas al código penal y el interés en el senado por el "orden y decoro") de volver a imponer una mordaza al derecho de expresión, no hay que avivar
la llama. Con esto no digo que no se proteste. Creo en la protesta y en
plantear retos, pero hay formas y hay formas.
Otro error, esta vez de parte de la administración, es
renunciar antes de que terminara el semestre. Supongo que la Dra. Celestre
Freytes tenía buenas razones para no querer aguantar el estrés y la presión que
se le estaba ejerciendo para que cortara los dichosos 300 millones. Número que todavía
no he leído de dónde lo sacaron, o sea ¿cómo se llegó a esa cifra? Pero los rectores
no tenían esa presión ni le debían lealtad alguna a Freytes. Si iban a
renunciar tenían que haberlo hecho cuando se fue Walker a quien sí les debían
algo de lealtad y en cuya defensa no salió ninguno, por lo menos no recuerdo
leer nada.
Y finalmente, ¿cómo es que Nivia Fernández hace
declaraciones en la prensa informando que ya casi tiene el borrador recortando los $300m cuando la comunidad universitaria ha declarado en un sinnúmero de
foros que no se le puede seguir recortando a la UPR? Los de la Junta deben
estar riéndose a carcajadas con toda esta situación. ¿Para que se cerraron los
recintos? ¿Para qué los paros y demostraciones? Primero dice que no se puede y
después recurre al propio gobierno para justificar que sí se puede. Y después son negocios con el ejecutivo, “a pesar de
que el Ejecutivo durante años ha mantenido millonarias deudas con la UPR.” No entiendo que se propone la Presidenta interina.
Seguramente hay formas de recortar el presupuesto que no
afecten a los estudiantes ni la oferta académica. Eso lo sabemos todos los que
hemos trabajado en ella. Fernández dice que está dispuesta a escuchar
sugerencias y propuestas de la comunidad. Pero lo cierto es que ella es
interina y no hay forma de asegurar que las propuestas que le lleguen serán
atendidas. También es cierto que como botín de guerra que siempre ha sido la
UPR para los dos principales partidos, los que están en el poder ya tienen su
agenda para la UPR y en el caso de los PNPs, suele ser nefasta.
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