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Friday, May 06, 2016

Trump or the unexpected virtue of performance

Tengo que reconocer que me equivoqué.  Jamás pensé que Trump llegaría tan lejos. No me hubiese imaginado jamás que los norteamericanos cayeran presos de la retórica xenofóbica, sexista y racista.  Pero ya; me equivoqué. El mundo ha cambiado y yo me he quedado atrás o el mundo se ha vuelto loco. Ahora falta ver si Bernie Sanders también llega.  Dicen que vienen para PR por cierto.  Yo pienso que no debería venir.  Que debería boicotear las primarias demócratas en la isla, viendo como estamos en crisis económica.  Claro que si siquiera lo pensara, sus asesores se volverían locos. Le prevendrían de cómo afectaría su posibilidad de conseguir los tan anhelados delegados que le faltan.

A mí por supuesto que me gustaría que Bernie tuviera la oportunidad de llegar a la presidencia de EEUU, pero, y ojalá me equivoque nuevamente, el establishment se volvería loco.  Imagínense a Bernie vs. Trump… los dos que nadie pensó llegarían a la ronda final. Claro que me parece que Trump tendría más oportunidades de ganar que Bernie.  A Bernie se encargarían de sacarle lo de socialista o, peor, comunista y ahí moriría su campaña. Porque no hay que olvidar que después de todo “poderoso caballero es don dinero.”  Los buitres se pondrían graves con alguien que pueda atentar contra la oligarquía existente. Sanders se ha asegurado de no comprometer su puesto, si llegara a la presidencia. Se ha negado a buscar o aceptar donativos de las grandes corporaciones.  

Sanders es un viejo zorro. Lleva años en la vida política de EEUU. En los 80 fungió como alcalde de la ciudad de Burlington, Vermont por dos términos. En 1990 corrió para la Cámara de Representantes y ganó. Después de estar 16 años como congresista por Vermont, en el 2006 llegó al Senado y  recién cumple su segundo término después de ganar la reelección en 2012 con el 71 por ciento de los votos. O sea, que siempre ha estado involucrado a la política, mayormente como candidato independiente ya que sus ideales chocaban con los de los partidos mayoritarios. El haberse instalado en el partido demócrata fue una estrategia política que seguro le costó muchas desveladas.  No debe ser fácil tener que ajustarse a los ideales de otro, pero el sabía que si se tiraba como independiente correría la suerte de otros como Ralph Nader a quien ni siquiera incluyeron en muchas papeletas, a pesar de que su partido estaba inscrito… (Long story… para otro día)


Nada, que estas van a ser unas elecciones interesantes en las que el candidato demócrata ya sea Clinton o Sanders tendrá la ardua tarea de arrancarle el spotlight a Trump a quien le gusta ser el centro de atención y quien es el preferido de la prensa por su aguzado sentido del espectáculo. 

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