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Friday, August 01, 2014

También la lluvia



Hace poco un amigo me preguntó que películas había visto últimamente y me quedé en blanco.  Lo cierto es que he estado tan jukeá’ con las series televisivas que apenas veo películas… Sin embargo, ayer vi una que quisiera comentar. Su título es También la lluvia (2010).  Este film de la directora española Iciar Bollaín a quien conocí por primera vez con Te doy mis ojos (que trata la violencia doméstica, 2003), narra la historia de un director, que intenta filmar una película sobre la devastación indígena durante la conquista del “nuevo mundo.”  El director, Sebastián (Gael García Bernal) y su productor Costa (Luis Tosar) eligen a Bolivia para filmar pensando en ahorrarse uno billetitos al usar inditos del área que estén dispuestos a trabajar por una miseria. Sin embargo, desde el comienzo, en las mismas audiciones, se enfrentan a un indígena activista que les dificulta el trabajo.  Daniel (Juan Carlos Aduviri) el indígena, es asignado el rol del jefe de los nativos.  Su papel es imprescindible para culminar con éxito el rodaje y es aquí donde comienzan los problemas.

También la lluvia se lleva a cabo durante los tiempos en que los bolivianos comienzan a darse cuenta de lo que significa la privatización del agua para las comunidades marginales y se extiende hasta la gran revuelta del agua en Cochabamba.  Para dar un poco de trasfondo histórico, en 1999 el gobierno de Hugo Bazner entrega el control de las aguas de Cochabamba a la compañía Betchel por un período de 40 años.  La compañía en pocos meses—aunque ellos alegan que fue el gobierno y no ellos-- sube el costo del agua de manera tal que muchos no pueden pagar las tarifas y buscan agenciarse otras formas de acceso al agua.  Sin embargo, Betchel se queja de esto y el gobierno apoya a la compañía y pone trabas a los locales para hincar pozos y usar métodos alternos.  Como dice Daniel en el film “también la lluvia” ha sido prohibida, o sea que tampoco pueden almacenar agua de lluvia para cubrir sus necesidades. El resultado de esta intransigencia, de no permitirles otras maneras de acceso al agua, es una protesta de varios meses que culmina con la muerte de un protestante y la cancelación del contrato con la multinacional.(Es, por cierto, a raíz de estas protestas a las que se unieron algunas compañias privadas y los de la siembra de coca, que surge con fuerza la figura de Evo Morales).

Aunque el film no entra en todo el detalle de la protesta, si pretende bastante obviamente mostrar un paralelo entre la compañía de cine y los conquistadores de antaño. Sebastian se pinta como un idealista que quiere contar la historia de explotación mientras que su compañía llega con planes de aprovecharse del trabajo de los bolivianos indigentes que usan de extras.  También se muestran el director y productor poco simpáticos a las diferencias culturales.  En una escena el director quiere filmar a las mamás ahogando a sus críos en el agua para librarlos de la esclavitud porque “así ocurrió” y las madres se niegan ya que siquiera conciben la idea. Cuando Sebastián increpa indignado a Daniel por la reacción de las mujeres—aun cuando se vayan a utilizar muñecos—el activista le dice “Hay cosas más importantes que tu película Sebastián.”

Aunque Daniel es un personaje atractivo, su derrota emocional al final lo hace lucir débil. Los otros personajes no son del todo convincentes. Sebastián vacila entre la compasión y la indiferencia. Y Costa, el productor, no es consistente en su rol del enforcer y termina ayudando a Daniel…El personaje más atractivo resulta ser un actor alcohólico pero temerario, el personaje de Colón (Karra Elejalde), que reta a los demás a abandonar la hipocresía. También es el único que decide quedarse en Bolivia cuando los demás se marchan por su seguridad, ya que “nadie me espera”.

En fin que a pesar de que es un poco desigual la actuación y la motivación de los personajes, es una película que merece la pena y podría ser muy útil en una clase en la que se debata los meritos de la privatización, tema que nos toca muy de cerca, y la explotación de las comunidades indígenas en America, toda ella.

Algunas fuentes por si desean más información sobre “la guerra del agua”:



7 comments:

Ivonne Acosta Lespier said...

Estamos en las mismas, "juqueadas" con las series. Si no la has visto te recomiendo una de la BBC que tuvo 9 temporadas, "Waking the Dead". Yo vi las primeras 5 en Netflix y luego fui comprando las otras en Amazon.
Hoy terminé de ver "The Killing".
Ya las películas tienen que ser maravillosas para que me agarren. La última que me gustó mucho fue "Grand Hotel Budapest".

elf said...

Gracias Ivonne por la recomendación. No he visto "Waking the Dead" y parece del tipo que me gusta. ¿Será que no la pasaron por BBCA? "The Killing" la vi cuando la pasaron por AMC. Muy buena. Ayer precisamente me dijo un amigo que Netflix la extendió para "terminarla." Tengo que ver ese final. Me fascinaba el personaje de Holder.

Ivonne Acosta Lespier said...

Si te decides a verla cuenta con que te presto las 4 temporadas que no tiene Netflix. Ya buscaremos la forma.
Netflix extendió "The Killing" y le hicieron caso a los fans para solucionar todo al final de la serie. A mí también me encanta Holder.

elf said...

Gracias, Ivonne. Lo tendré muy en cuenta.

Melvin said...

Quiero verla, me suena interesante. Donde la viste, en Netflix?

elf said...

Hola Melvin:

La alquilé en Netflix...

Melvin said...

Saludos, la acabo de ver. Excelente producción.