La lucha de Jarvis, la continuó y asumió su hija, Ana Jarvis quien nunca fue madre. Y fue gracias al empeño de Jarvis (hija) que finalmente en 1914 el entonces presidente Woodrow Wilson lo declaró día festivo.
A pesar de que Jarvis se oponía a la comercialización del día—fue arrestada protestándolo y murió sin un centavo, la industria de las flores, hizo de las suyas. Hoy no concebimos del día sin las flores y todas las demás industrias que se aprovechan de nuestros sentimientos de culpa. Kacere nos reclama que como manera de rendirle tributo a la propulsora del día resistamos la presión de las industrias que se lucran del día y recordemos que todavía estamos en tiempos de guerra.
“The thousands of civilian casualties in Afghanistan and Iraq as well as the devastating impact of post-traumatic stress disorder on our veterans are just the beginning of the terrible repercussion of war. As we saw last week an announcement of an extension of the military occupation of Afghanistan, let this mother’s day be a day after Julia Ward Howe’s own heart as we stand up and say no to 12 more years of war.”
Tampoco estaría mal recordar que la industria de las flores se lucra del trabajo y la explotación de sus trabajadores, la mayoría mujeres. Sin embargo, no es frenando la compra de flores u otros artefactos para las madres que se acaba con esta situación sino exigiendo que las industrias traten a sus obreros y obreras de forma justa y humana.
2 comments:
No sabía como había originado la celebración, gracias por compartir la información. Esto me hace pensar en la explotación que viven los trabajadores de diamantes. ¿Cómo podemos exigir que las industrias sean mas justas y humanas?
Wow. That's a tough question. Se me ocurre que una posible solución es solo comprar en mercados comprometidos. Los que llevan el Fair Trade Agreement seal. Los hay en la industria de los diamantes y hasta para comprar café. Y evitar las multinacionales que se lucran de la explotación de los obreros y obreras.
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