Acabo de leer esta novela del célebre autor de Smilla’s Sense of Snow. A pesar de que he estado leyendo varias otras novelas, cuentos, ensayos, etc, esta novela me cautivó. La leí en un par de días. Despertaba temprano y la agarraba. Quería terminarla.Trata de una dama de alcurnia que se enamora de un antropoide llamado Erasmus. La idea, no es del todo atractiva, lo sé, pero Hoeg tiene una forma de narrar que es realmente fascinante. Para empezar está su visión de la ciudad. Londres es una ciudad de matices. Una ciudad imponente y a la vez distraída que no logra darse cuenta de lo que ocurre a su alrededor, lo trivial que realmente marca las vidas de los que la habitan.
London is a troubled city. ...it is the seat of government, it houses both the Lords and the royal family, and hence, the world's largest repository of aristocratic genetic material...it is responsible for the inhabited world's greatest accumulation of civilized intelligence...this city is hypochondriac; it frets to the point of distraction over its health...
Está también el hecho de que el escritor danés no subestima al lector. Lo trata como un intelectual y lo invita a repensar ideas preconcebidas, como el que una mujer pueda enamorarse de un simio. Cuando se lo comenté a una amiga, me dijo “¿Y era guapo?” Pues, no recuerdo que eso siquiera fuera un issue. A Madelene, la protagonista, le atrae la candidez de Erasmus, su ternura, su inteligencia, el que haya sido con él y no con su esposo que conociera la libertad. Resulta que este mono, que puede pasar por humano, no es el eslabón perdido sino una rama del homo sapiens que fue más allá. Su función cerebral es más compleja que la nuestra. Ha venido, como otros antes que él a darnos una oportunidad, pero por supuesto que los humanos no la aprovechan.
En fin, que para los que puedan sobreponerse al bestialismo, es una novela cautivadora.