Se aprende mucho cuando se viaja. En mi reciente viaje a España, la guía nos dijo que la palabra restaurante venía de restaurar. "Claro", me dije. "No lo había pensado antes, pero tiene sentido." Una búsqueda somera por la web, nos confirma lo que dijera la guía. Muchos sitios en la Internet adjudican la palabra a los franceses. Aunque se cree que existieron restaurantes desde el siglo trece en la China ya que existían las condiciones sociales y económicas para que esto sucediera (ver "Economics and the origin of restaurants" de Nicholas Keifer). Los restaurantes fueron en sus orígenes lugares para restaurar las energías, de modo que a menudo se servían solo sopas, no comida. Para disfrutar de una comida completa había que ir a las tabernas y mesones. La comida era servida en una mesa común, no se escogía el menú y se negociaba el precio.
Afortunadamente para nosotros, los restaurantes han evolucionado bastante. Al extremo de que el viajero tiene infinidad de opciones algunas excelentes y otras, pues, no tanto. Aprovecho para dar mi reseña de tres restaurantes que he visitado recientemente. El primero es Lenel. Este está localizado en Arecibo. Tiene pretensiones de restaurant gourmet. Tiene una buena selección de platos y está muy bien presentado--un poco kitsch/gaudy para mi gusto. Tiene todavía que crecer. Por ejemplo, no había nadie en la entrada recibiendo a los clientes; la mesera, obviamente con poco entrenamiento, por poco se acuesta encima de mi plato para alcanzar el de mi marido; le tuvimos que pedir agua y pan ya que no nos sirvieron nada y andábamos hambrientos. Para colmo, el valet parking vale cinco dólares¡! Perdona, pero disculpa, como decía Freddie el de Betty, la fea, pero si estoy pagando más de treinta dólares por la comida, por persona, lo menos que pueden hacer es proveer estacionamiento gratis. Estamos acostumbrados a darle propina al del valet, pero tarifa fija, pues no. Especialmente porque el estacionamiento era en la acera, propiedad del municipio--o sea, mio.
El otro restaurante al que fuimos, se llama MenTa Cuisine y también ubica en Arecibo. Este es pequeño, acogedor y chic. La comida excelente, así como el servicio. El Chef, quien es el dueño, visitó nuestra mesa y nos aseguró que la carne iba a salir al punto, y así fue. Los aperitivos eran muy originales, ej. malanga frita. Mi esposo pidió el filet mignon y quedó muy satisfecho; el amigo que nos acompañaba pidió el pescado recomendado por el chef y nos aseguró que estaba delicioso. Yo pedí el churrasco. YUM y ni hablar del arroz con tocineta...queremos volver. Una amiga me comentó que era una pena que Cedrick, el dueño, no fuera un comerciante ya que prefería pescar y sólo abre el restaurante jueves, viernes y sábados. A mi, por el contrario me parece encantador que prefiera pescar a trabajar.
Por último quiero mencionar el restaurante que abrió la colega y amiga Evelyn Jiménez con dos amigas. Se llama Masafina. Este, que recibió cuatro páginas en el Nuevo Día de ayer, es una pizzería que está localizada en Miramar en la esquina de Hoare y Palmas. Es un concepto innovador: pizza artesanal con un toque criollo. La ambientación es moderna y muy chic. El servicio excelente. Se nota que las dueñas tienen experiencia en eso de ser clientes y comensales. Han cuidado todos los detalles. Hay dos áreas para esperar: la barra y un área acojinada a la entrada. Enseguida que te sientas te atiende un mesero y te trae agua--gracias. Ningún mesero/a te pasa por el lado sin asegurase de que todo está bien. Además parecían felices y con mucho entusiasmo. Tomamos la sangría de la casa (buena, pero un poco cara--en la Plaza Mayor una jarra gde nos costó 18 euros--o $25--acá nos costó la botella $35). De aperitivos probamos las almendras y el tabladito (quesos, pedazos del pan de la pizza y jamón prosciutto). Como plato principal pedimos la pizza Central. Estaba RICA, la masa y el queso le daban un toque excepcional. Mi marido dice que no le va a agradar a los que están acostumbrados a la pizza de Domino's o Pizza Hut—por eso de que el queso no tiene la elasticidad del mozzarella, pero estuvimos de acuerdo en que fue una experiencia culinaria maravillosa. Evelyn y Celeste, volvemos¡!
2 comments:
Elsa, please continue to blog your restaurant reviews! They are definitely needed, sparked by your wonderful
wit.
Jane
You need to go to Masafina. Maybe we can go together??
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