Saturday, July 16, 2011
Edificio comercial
No sé si soy yo pero hace ya mucho tiempo que veo surgir como hongos en tiempos húmedos, los dichosos "edificios comerciales." Lo triste es que muchos están vacíos. ¿Por qué la proliferación de estos edificios si no hay escasez? Tampoco son tiempos propicios para abrir negocios. Le he planteado el asunto a amigos y familiares que me parecen podrían tener una idea, y nadie ha podido darme una explicación razonable. A mí se me ocurre que debe existir alguna disposición económica, digo en las planillas, para reportar estos edificios como pérdida, o algún otro beneficio ya que no entiendo como habiendo suficientes edificios comerciales sin ocupar, se continúen construyendo. Agradecería que si alguien cree o tiene una explicación la comparta conmigo.
Thursday, July 07, 2011
Restaurantes
Se aprende mucho cuando se viaja. En mi reciente viaje a España, la guía nos dijo que la palabra restaurante venía de restaurar. "Claro", me dije. "No lo había pensado antes, pero tiene sentido." Una búsqueda somera por la web, nos confirma lo que dijera la guía. Muchos sitios en la Internet adjudican la palabra a los franceses. Aunque se cree que existieron restaurantes desde el siglo trece en la China ya que existían las condiciones sociales y económicas para que esto sucediera (ver "Economics and the origin of restaurants" de Nicholas Keifer). Los restaurantes fueron en sus orígenes lugares para restaurar las energías, de modo que a menudo se servían solo sopas, no comida. Para disfrutar de una comida completa había que ir a las tabernas y mesones. La comida era servida en una mesa común, no se escogía el menú y se negociaba el precio.
Afortunadamente para nosotros, los restaurantes han evolucionado bastante. Al extremo de que el viajero tiene infinidad de opciones algunas excelentes y otras, pues, no tanto. Aprovecho para dar mi reseña de tres restaurantes que he visitado recientemente. El primero es Lenel. Este está localizado en Arecibo. Tiene pretensiones de restaurant gourmet. Tiene una buena selección de platos y está muy bien presentado--un poco kitsch/gaudy para mi gusto. Tiene todavía que crecer. Por ejemplo, no había nadie en la entrada recibiendo a los clientes; la mesera, obviamente con poco entrenamiento, por poco se acuesta encima de mi plato para alcanzar el de mi marido; le tuvimos que pedir agua y pan ya que no nos sirvieron nada y andábamos hambrientos. Para colmo, el valet parking vale cinco dólares¡! Perdona, pero disculpa, como decía Freddie el de Betty, la fea, pero si estoy pagando más de treinta dólares por la comida, por persona, lo menos que pueden hacer es proveer estacionamiento gratis. Estamos acostumbrados a darle propina al del valet, pero tarifa fija, pues no. Especialmente porque el estacionamiento era en la acera, propiedad del municipio--o sea, mio.
El otro restaurante al que fuimos, se llama MenTa Cuisine y también ubica en Arecibo. Este es pequeño, acogedor y chic. La comida excelente, así como el servicio. El Chef, quien es el dueño, visitó nuestra mesa y nos aseguró que la carne iba a salir al punto, y así fue. Los aperitivos eran muy originales, ej. malanga frita. Mi esposo pidió el filet mignon y quedó muy satisfecho; el amigo que nos acompañaba pidió el pescado recomendado por el chef y nos aseguró que estaba delicioso. Yo pedí el churrasco. YUM y ni hablar del arroz con tocineta...queremos volver. Una amiga me comentó que era una pena que Cedrick, el dueño, no fuera un comerciante ya que prefería pescar y sólo abre el restaurante jueves, viernes y sábados. A mi, por el contrario me parece encantador que prefiera pescar a trabajar.
Por último quiero mencionar el restaurante que abrió la colega y amiga Evelyn Jiménez con dos amigas. Se llama Masafina. Este, que recibió cuatro páginas en el Nuevo Día de ayer, es una pizzería que está localizada en Miramar en la esquina de Hoare y Palmas. Es un concepto innovador: pizza artesanal con un toque criollo. La ambientación es moderna y muy chic. El servicio excelente. Se nota que las dueñas tienen experiencia en eso de ser clientes y comensales. Han cuidado todos los detalles. Hay dos áreas para esperar: la barra y un área acojinada a la entrada. Enseguida que te sientas te atiende un mesero y te trae agua--gracias. Ningún mesero/a te pasa por el lado sin asegurase de que todo está bien. Además parecían felices y con mucho entusiasmo. Tomamos la sangría de la casa (buena, pero un poco cara--en la Plaza Mayor una jarra gde nos costó 18 euros--o $25--acá nos costó la botella $35). De aperitivos probamos las almendras y el tabladito (quesos, pedazos del pan de la pizza y jamón prosciutto). Como plato principal pedimos la pizza Central. Estaba RICA, la masa y el queso le daban un toque excepcional. Mi marido dice que no le va a agradar a los que están acostumbrados a la pizza de Domino's o Pizza Hut—por eso de que el queso no tiene la elasticidad del mozzarella, pero estuvimos de acuerdo en que fue una experiencia culinaria maravillosa. Evelyn y Celeste, volvemos¡!
Afortunadamente para nosotros, los restaurantes han evolucionado bastante. Al extremo de que el viajero tiene infinidad de opciones algunas excelentes y otras, pues, no tanto. Aprovecho para dar mi reseña de tres restaurantes que he visitado recientemente. El primero es Lenel. Este está localizado en Arecibo. Tiene pretensiones de restaurant gourmet. Tiene una buena selección de platos y está muy bien presentado--un poco kitsch/gaudy para mi gusto. Tiene todavía que crecer. Por ejemplo, no había nadie en la entrada recibiendo a los clientes; la mesera, obviamente con poco entrenamiento, por poco se acuesta encima de mi plato para alcanzar el de mi marido; le tuvimos que pedir agua y pan ya que no nos sirvieron nada y andábamos hambrientos. Para colmo, el valet parking vale cinco dólares¡! Perdona, pero disculpa, como decía Freddie el de Betty, la fea, pero si estoy pagando más de treinta dólares por la comida, por persona, lo menos que pueden hacer es proveer estacionamiento gratis. Estamos acostumbrados a darle propina al del valet, pero tarifa fija, pues no. Especialmente porque el estacionamiento era en la acera, propiedad del municipio--o sea, mio.
El otro restaurante al que fuimos, se llama MenTa Cuisine y también ubica en Arecibo. Este es pequeño, acogedor y chic. La comida excelente, así como el servicio. El Chef, quien es el dueño, visitó nuestra mesa y nos aseguró que la carne iba a salir al punto, y así fue. Los aperitivos eran muy originales, ej. malanga frita. Mi esposo pidió el filet mignon y quedó muy satisfecho; el amigo que nos acompañaba pidió el pescado recomendado por el chef y nos aseguró que estaba delicioso. Yo pedí el churrasco. YUM y ni hablar del arroz con tocineta...queremos volver. Una amiga me comentó que era una pena que Cedrick, el dueño, no fuera un comerciante ya que prefería pescar y sólo abre el restaurante jueves, viernes y sábados. A mi, por el contrario me parece encantador que prefiera pescar a trabajar.
Por último quiero mencionar el restaurante que abrió la colega y amiga Evelyn Jiménez con dos amigas. Se llama Masafina. Este, que recibió cuatro páginas en el Nuevo Día de ayer, es una pizzería que está localizada en Miramar en la esquina de Hoare y Palmas. Es un concepto innovador: pizza artesanal con un toque criollo. La ambientación es moderna y muy chic. El servicio excelente. Se nota que las dueñas tienen experiencia en eso de ser clientes y comensales. Han cuidado todos los detalles. Hay dos áreas para esperar: la barra y un área acojinada a la entrada. Enseguida que te sientas te atiende un mesero y te trae agua--gracias. Ningún mesero/a te pasa por el lado sin asegurase de que todo está bien. Además parecían felices y con mucho entusiasmo. Tomamos la sangría de la casa (buena, pero un poco cara--en la Plaza Mayor una jarra gde nos costó 18 euros--o $25--acá nos costó la botella $35). De aperitivos probamos las almendras y el tabladito (quesos, pedazos del pan de la pizza y jamón prosciutto). Como plato principal pedimos la pizza Central. Estaba RICA, la masa y el queso le daban un toque excepcional. Mi marido dice que no le va a agradar a los que están acostumbrados a la pizza de Domino's o Pizza Hut—por eso de que el queso no tiene la elasticidad del mozzarella, pero estuvimos de acuerdo en que fue una experiencia culinaria maravillosa. Evelyn y Celeste, volvemos¡!
Ricardo Alegría
Se acabó la alegría fue lo primero que pensé cuando me enteré de la noticia. Luego, pensé en los sobrinos. Hace años cuando eran todavía adolescentes nos fuimos en excursión por San Juan y nos encontramos con Don Ricardo. Se lo presentamos a los chicos y yo me tomé foto con él. EPM, el compañero y colega les habló sobre la importancia de Don Ricardo en la restauración de los edificios del viejo San Juan, vamos en el rescate de San Juan que liderara el maestro.
Incluyo una nota del Ateneo sobre la partida del ilustre Don Ricardo Alegría:
La vinculación del Maestro Alegría a la labor del Ateneo Puertorriqueño es de muchos y productivos años, por lo que su partida nos lleva a ratificar, una vez más, que la misión del Maestro Ramón Emeterio Betances en la forja y defensa de la Nación Puertorriqueña, misión que guía hoy los propósitos del Ateneo, encontró terreno fértil en el corazón de acérrimos ateneístas como el Maestro Alegría.
El Ateneo quiere reconocer que la magna obra de reconstrucción, salvamento y difusión de un Patrimonio Nacional cultural amplísimo, tuvo en el Maestro Alegría su guerrero más potentado. El Maestro Alegría no es sólo un luchador de su siglo. A través de él se prolonga la continua batalla que desde el Siglo 19 se ha peleado por la construcción de una identidad nacional sólida y de fuertes raíces contra su más aguerrido enemigo que es la disolución de la Nación en una cultura ajena. Labor que el Ateneo comenzó en 1876, y que aún sirve de estímulo a obras como la del Maestro Alegría, quien concibió para esta continuidad, la creación del Instituto de Cultura Puertorriqueña.
Si bien sabíamos de sus padecimientos en esta última etapa de su vida, también sabíamos de sus últimas pasiones, y éstas, que eran compartidas por el Ateneo, iban dirigidas a la defensa del pueblo contra la terrible privatización de sus más caros patrimonios.
El Ateneo celebra la vida y obra de uno de los puertorriqueños más dignos y desprendidos de su pueblo. Y como ya es propio de su propósitos, eventualmente añadir su nombre a esa Galería de Patriotas que honra nuestras luchas por la Identidad y la Cultura Nacional.
Incluyo una nota del Ateneo sobre la partida del ilustre Don Ricardo Alegría:
EL ATENEO PUERTORRIQUEÑO
ante el deceso del Maestro Ricardo Alegría
El señor Presidente del Ateneo Puertorriqueño, el Dr. José Milton Soltero, su Junta de Gobierno, sus socios, estudiantes y empleados, quieren dejar expresado su más sentido pésame por la partida del Maestro Ricardo Alegría.La vinculación del Maestro Alegría a la labor del Ateneo Puertorriqueño es de muchos y productivos años, por lo que su partida nos lleva a ratificar, una vez más, que la misión del Maestro Ramón Emeterio Betances en la forja y defensa de la Nación Puertorriqueña, misión que guía hoy los propósitos del Ateneo, encontró terreno fértil en el corazón de acérrimos ateneístas como el Maestro Alegría.
El Ateneo quiere reconocer que la magna obra de reconstrucción, salvamento y difusión de un Patrimonio Nacional cultural amplísimo, tuvo en el Maestro Alegría su guerrero más potentado. El Maestro Alegría no es sólo un luchador de su siglo. A través de él se prolonga la continua batalla que desde el Siglo 19 se ha peleado por la construcción de una identidad nacional sólida y de fuertes raíces contra su más aguerrido enemigo que es la disolución de la Nación en una cultura ajena. Labor que el Ateneo comenzó en 1876, y que aún sirve de estímulo a obras como la del Maestro Alegría, quien concibió para esta continuidad, la creación del Instituto de Cultura Puertorriqueña.
Si bien sabíamos de sus padecimientos en esta última etapa de su vida, también sabíamos de sus últimas pasiones, y éstas, que eran compartidas por el Ateneo, iban dirigidas a la defensa del pueblo contra la terrible privatización de sus más caros patrimonios.
El Ateneo celebra la vida y obra de uno de los puertorriqueños más dignos y desprendidos de su pueblo. Y como ya es propio de su propósitos, eventualmente añadir su nombre a esa Galería de Patriotas que honra nuestras luchas por la Identidad y la Cultura Nacional.
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