Todo
tiene su final
En 1992, el afamado tenor Luciano Pavarotti
subió a los escenarios para cantarle a un grupo de fanáticos que lo esperaban a
sala llena en La Scala, Milán. En algún momento de la noche su estruendosa voz
se rajó y el público—no todo por supuesto-- lo abucheó hasta sacarlo del
escenario. Igual les ha pasado a otros
cantantes de ópera, no solo en Milán –conocido por lo exigente que es el
público-- sino también en Méjico y Perú, donde los conocedores de la ópera no
tienen paciencia con los cantantes y los estragos a los que someten su voz ya
sea por mal uso, poco cuidado o simplemente los trastornos del tiempo (léase vejez).
Si eso le hubiera pasado a Pavarotti en
Puerto Rico, lo hubieran aplaudido y ovacionado. Así de agradecidos somos a los
que nos honran con su presencia en los escenarios—presencia por la cual a veces
pagamos $150. Ese fue el caso de Joan
Manuel Serrat en el concierto a beneficio de Radio Universidad del viernes 25
de septiembre. Claro, que JMS es un querendón
del público de PR. La sala del teatro de la Universidad estaba repleta de fans
en su mayoría de “cierta edad” aunque en el segundo piso había un nutrido grupo
de estudiantes. Y Serrat complació a sus fans cantando los temas que lo hicieron
famoso en la isla: “Tu nombre me sabe a yerba”, “De cartón piedra”, “Para la
libertad”, etc. Mientras cantaba “Algo
personal”, se le quebró la voz. El público reaccionó ofreciéndole un fuerte
aplauso como si fuera un principiante, como para que no se desanimara.
Cuando entonaba otra canción popular —creo que fue “Hoy puede ser un gran día”
(sí, veo la ironía)-- empezó a toser tanto que tuvo que comenzar de nuevo. Claro que Serrat es un profesional y supo
manejar la crisis, pero yo me pregunto ¿hasta cuándo?
La primera vez que vi a Serrat me maravilló
su voz que era como una caricia suave, ligera, hermosa. Luego lo volví a ver cuando promovía el CD Tarrés y aunque su voz mostraba ya los
estragos de la edad, le temblaba y lucía menos estable, supo gracias a que
tenía un excelente grupo de músicos ofrecer un concierto digno. El de ayer, aunque no lo odié, daba
lástima. Su voz mostraba el embate del
tiempo y sólo de tanto en tanto se asomaba algo de aquella voz que alguna vez
supo avasallar a los espectadores.
Decía Serrat que su canción “Ahora que
tengo veinte años” era la más amortizada de su repertorio ya que por el paso
del tiempo había tenido que cambiarle el título varias veces, hasta que por fin
la familia le había pedido que la retirara, cosa que no ha hecho. Él explica el
éxito aduciendo que los fanáticos de cuarenta se encuentran frente a una
disyuntiva interesante pues “vienen de allá pero van pa’ llá”. Y me pregunto si
no seremos los fans de cierta edad los culpables, hasta cierto punto, de este afán
de los cantantes por aferrarse al escenario. Pasa lo mismo con Paul Mcartney a
quien ya lo que le queda es un guilinchito de voz y sigue vendiendo
espectáculos. (Su interpretación en el 2012 durante el Jubileo de la Reina fue
doloroso.)
Aunque no dejaré de ser fanática del
cantante catalán, y espero que continúe escribiendo—porque hay pocos tan
talentosos como el en esa área-- no creo que vaya a volver a un concierto y
el nuevo CD que aprovechó para promocionar, Antología Desordenada, tendrá
realmente que enamorarme para que lo adquiera—el de Serrat y Sabina, Dos
pájaros de un tiro (2007) ya es evidencia del deterioro vocal que sufre.
Prefiero escuchar a otros intérpretes como en la producción Serrat, eres
único (1995) que sufrir el desencanto de saber que como bien dice el cantautor
“Todas las cosas tienen su final” y (parafraseo) “es bueno que así sea para que
las aprendamos a valorar.” Nos parece que al tiempo de Serrat en el
escenario le llegó el momento.
Esto tuvo que decir El Nuevo Día del concierto:
Gracias a la magia de Youtube aun podemos apreciar al Serrat de otra época.
4 comments:
Yo no quise ir aunque hubiese venido a cantar de gratis porque me da pena y vergüenza ajena escucharlo. Creo que ya debió retirarse a componer, como bien dices, pero no someter a su fiel fanaticada a esos estragos cada vez más obvios. Mejor escuchar las grabaciones y recordar al que nos hizo temblar y llorar de emoción con tantas canciones hermosas.
Ivonne: Aquí el youtube para que veas los primeros 11 min: https://www.youtube.com/watch?v=991x5jFolj8
¡Qué difícil! Me hubiera gustado mucho escucharlo en vivo, porque nunca pude hacerlo, pero tiene que haber sido muy triste, para él y para el público...Igual me alegra que la gente haya reaccionado con generosidad y cariño.
Si tuviera la oportunidad de verlo creo que iría al concierto, aunque sepa de antemano que ya su voz no es la misma. Es que me solidarizo con él, y pienso que aunque su voz ya no sea la mejor, aún se merece tener el contacto con un público. El escenrio es el unico medio que tenemos para compartir con él en vivo, escucharlo hablar, saber que estamos en un mismo lugar, frente a frente. Todo tiene su final, pero en este caso no necesariamente es un final absoluto. Yo prefiero decir que todo se transforma.
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