Estamos a 1ero de mayo y ya se perfila el mes,
sino el verano, como uno bastante caliente. Ya hemos visto varias alzas en
temperatura y no es solo en la isla. Justo hoy en El Nuevo Día
aparece la noticia de cómo una mancha de agua caliente en las aguas del Pacifico ha
obligado a las focas (más bien sus crías) a buscar fuentes de alimento en las
costas de San Francisco. (Ciencia, p. 65) Y mientras los residentes de San Juan, y otras áreas
invisibles—léase el resto de la isla-- malgastan el agua lavando carros y
aceras en tiempos de sequía, la noticia más caliente que nos preocupa es de
índole política-económica.
Resulta que el gobernador no ha conseguido
que la legislatura apoye su reforma contributiva que iba estrechamente ligada a
la imposición de un IVA del 16%. García Padilla está rabioso con los
“disidentes” que le han votado en contra. Su frustración es visible. Y no es
para menos. El pobre no ha dado pie con bola. Ninguna de sus estrategias para
enderezar la precaria condición financiera del país le ha resultado. El pueblo, o por lo menos la percepción del
pueblo, es que las cosas han empeorado. Yo, por lo menos, no le echo toda la
culpa al gobierno actual—aunque tampoco está exento de culpa. Sin embargo, AGP tenía
que haber previsto cuando se lanzó a la carrera que esto no iba ser fácil.
Cualquiera que aspire a la gobernación y tenga como meta realmente mejorar la
situación económica del país, tienen que ser un megalómano o un superhéroe. No
me imagino la cantidad de entuertos que hay que enderezar a diario. Y ni hablar
de todas las fotos que hay que tomarse y las sonrisas que hay que prodigar y
las conversaciones vacuas que tiene que soportar… (IAL decía que no podría correr para un puesto
político porque no tendría la paciencia para besar tanto bebé que le ponen
delante a uno…) En fin, que no es fácil.
Pero bueno, aceptaste el rollo y ahora ¿qué?
No puedo hablar del IVA porque al igual
que la mayoría de nuestros legisladores, no lo entiendo del todo. En la página
del Departamento de Hacienda definen el IVA como un impuesto a lo que consumes
y no a tus ingresos. Esa definición no nos sirve para nada ya que así nos
vendieron el IVU. Cuando se impuso el IVU en el 2006, nos aseguraron que esta
reforma nos salvaría del caos. Todos iban a pagar impuestos y la clase trabajadora
dejaría de cargar sobre sus hombros al país. Si hasta la economía subterránea
iba a pagar…Nueve años después estamos peor de lo que empezamos. No sabemos qué
hicieron con los recaudos del IVU, pero lo que sí es cierto es que no todos
pagan el IVU, y algunos que lo cobran tampoco lo reportan. Y es que como bien
dice el dicho popular “el que hace la ley, hace la trampa.”
Y es que dentro de la semilla de la Reforma viene
engranada la forma de subvertirla.
Así que... ¿qué hacer? Lo ideal sería que el
gobierno considerara todas las sugerencias que han hecho diversos grupos, desde
los economistas hasta los sindicalistas. Y se sentara seriamente a ponderarlas. No es dejarlos hablar y asentir con la
cabeza, mientras en la mente se elucubran formas de rebatir sus propuestas. Lo que me parece que podría funcionar es hacer como hacen los detectives en
televisión, poner todas las propuestas en un tablón de edictos (bulletin board)
y analizarlos. Ver las que se parecen, las que se contradicen, las viables, y las
que habría que descartar. Así tal vez, se logre una Reforma realmente
participativa que satisfaga a la mayoría. Ninguna reforma va a
satisfacer a todos, pero me parece que en un análisis serio de todas las
propuestas está el secreto de una verdadera Reforma democrática.
Veamos. Un llamado que hacen muchos sectores
es a eliminar los subsidios, que son en su mayoría regalos que se hacen a
diversos grupos para favorecer sus votos. (Y no digo que solo a los pobres. Hay
subsidios corporativos que son un verdadero escándalo) También eliminar las amnistías
y hacer valer las múltiples leyes que regulan el pago de multas, el pago de contribuciones, etc. Claro
que para hacer cumplir las leyes hay que fortalecer a las agencias concernidas:
la Policía, Hacienda y la Judicatura. Para empezar, tendríamos que aumentar el número de policías
(y sus sueldos), aumentar el numero de investigadores en Hacienda, y aumentar
el numero de abogados /jueces que atienden estos casos. Otra propuesta es aumentar el impuesto a
las multinacionales-- aunque si les quitamos los subsidios ya resolvemos parte del problema. ¿Sabía que Walmart y Walgreens reciben subsidios para contratar personal? Vea reportaje: http://periodismoinvestigativo.com/2014/02/walmart-puerto-rico-se-expande-con-ayuda-del-gobierno-pide-millones-en-fondos/
En fin, creo que he expuesto mi tesis y ya me extiendo demasiado...
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