Acabamos de
regresar de Colombia (Barranquilla y Cartagena). Como todos los países tiene bueno y malo. ¿Bueno? Pues es un país
tropical y se parece mucho a la isla, excepto que es mucho más grande. ¿Malo?
La forma de conducir. Nos hacen lucir muy civilizados. ¿Preocupante? Pues, que
la cara de la pobreza es negra. ¿Coincidencias? Los maestros reclamaban mejores
condiciones de trabajo, igual que acá. ¿Irritante? Los vendedores en las playas
de Cartagena. Claro, que a la vez se siente uno mal porque sólo se las están
buscando. Por que me imagino que eso de insistir (¿hostigar?)
para que te compren no debe ser algo que le vienen natural a nadie.¿Interesante? Resulta interesante el arraigo de la salsa, la gorda en los pueblos costeños. Un joven y locuaz vendedor de souvenires, quien cantaba salsa a pulmón mientras mostraba sus artesanías, nos dijo que su sueño era ir a Puerto Rico, la tierra de la salsa.
Pero lo
bueno de viajar es lo que se aprende. Además
de aprender sobre el país—que no es sólo García Márquez btw—aprendimos sobre las
palenqueras, la indígena Catalina y el vallenato de Diomedes Díaz. Primero
hablo sobre las palenqueras. Estas son
unas señoras, usualmente en trajes llamativos que venden frutas
en la calle. Los palenqueros fueron esclavos,
similares a los cimarrones, que se refugiaron en las selvas para escapar de la
esclavitud hace 300 años, según nos contara nuestra guía. La única comunidad de
palenqueros que sobrevive es la de San Basilio. En el 2005
fue declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, por ser el asentamiento de unas de
las principales expresiones de resistencia de los africanos esclavizados y por preservar
el idioma palenquero, “la única lengua criolla de base léxica española que ha
sobrevivido en el Caribe.” Hoy día, desde los 80, las autoridades han invertido para rescatar las
tradiciones de esta comunidad. (Seguro que Walcott tendría mucho que decir
sobre el rescate de esta tradición por las autoridades—alegadamente a petición
de los mismos residentes quienes temían que murieran sus tradiciones.) En fin que, las coloridas damas, definitivamente añaden color local a la cuidad. http://www.mineducacion.gov.co/1621/article-167618.html
Foto de @elf tomada el 22 de diciembre 2013 |
Después está
la historia de la indígena Catalina, quien como Pocahontas, o la Malinche ayudó
a los españoles durante la conquista. Mi masajista me aseguró que cuando estuvo
instalada en España, volvió a sus orígenes y vistió taparrabo y plumas de
manera que nadie, ni ella misma, olvidara de donde provenía. Hay una estatua
suya en el parque lineal de Puerto Duro en Cartagena—cuyas medidas son
90-60-90 según nuestra guía. Los remito a este enlace que discute las
controversias que surgen alrededor de su historia: http://www.vanguardia.com/santander/region/234533-la-india-catalina-heroina-o-villana
Finalmente,
les hablo de Diomedes (sin acento) Díaz. Este fue un cantante de vallenato que murió mientras
estuvimos por allá, el 22 de diciembre. Era
un ídolo de los que siguen el vallenato y su vida está de película. Díaz fue un joven de cuna humilde quien se
hizo notar por su voz y sus composiciones. Ganó mucho dinero, y mucho lo
malgastó en mujeres, bebida y drogas. Tuvo
unos 28 hijos, reconocidos y estuvo involucrado en el asesinato de una mujer. Huyó después de su convicción, pero luego se
arrepintió y volvió a purgar su pena--dicen que había conseguido que le
rebajaran la sentencia original de doce años. Sirvió
solo tres años de cárcel. Salió y como Lydia Echevarria, siguió su vida como si
tal cosa. El controvertido cantante—era muy irresponsable y muchas veces no
cumplía sus contratos—en una ocasión se implantó un diamante en un diente; no sé
si porque perdió un diente, para llamar la atención o porque lo encontraba “cute.”
Y por supuesto, esta hazaña dominó los periódicos locales. Tras su muerte, la
radio y la televisión colombiana no hacían sino hablar de el, de su vida, sus
hijos (algunos también cantantes) y de sus canciones. En la ciudad y las playas la gente cantaban sus canciones, y dondequiera se convertía en tema de conversación. http://www.elnuevoherald.com/2013/12/23/1641583/muere-cantautor-colombiano-diomedes.html
UN APARTE: libertad para Oscar López Rivera quien cumple 70 años el 6 de enero.
UN APARTE: libertad para Oscar López Rivera quien cumple 70 años el 6 de enero.
4 comments:
Primero lo primero, saludos y feliz cumpleaños atrasado. Ya vi que la paso súper bien con sus seres amados. Lo que no comentó es como celebran las navidades nuestros hermanos colombianos, que sería bueno aprender un poco sobre eso también. Por lo demás me resulta fascinante todo lo que aprendió y son muy amenas las historias que narra. Espero que por favor continúe compartiendo en el blog sus futuras experiencias. Feliz año nuevo y deseo mucha prosperidad para todos ustedes!!!!
Hola Mariel:
Qué bueno saber que sigues mi blog. Te cuento que no puedo decir que aprendí mucho de cómo celebran los Colombianos las navidades. Sí puedo decir que son muy coloridas. Decoran las calles con arcos muy hermosos, árboles y hasta Santa Cló. EN una instalación gubernamental vimos un nacimiento, también. La familia con la que compartimos, la celebró con comida y música; igual que acá. Comen pasteles, pero de arroz, butifarras y dulces, especialmente de coco... Guácala. Creo que no usé mis dotes de etnógrafa en esta ocasión.
Un abrazo
elf: Suena que la pasaron muy bien y me encanta tu descripción. Pero tengo que comentar que reducir a Colombia como país tropical por esas dos ciudades costeras da la impresión errónea puesto que ese país inmenso tiene varias regiones diferentes. La ciudad de Bogotá y toda el área al norte es bien distinta tanto en clima-mucho más frío- vestimenta, costumbres y la ciudad capital que es preciosa y muy elegante. El propio GGM describe en su biografía las diferencias entre Bogotá y los pueblos costeros donde se crió.
No, Ivonne para nada pretendo reducir a Colombia a dos pueblos, por eso los menciono. Colombia es extensa y así también sus gentes. Cuando estuvimos por allá compramos un libro de Ospina llamado Que se acabe la vaina. No lo he leído todavía pero es un ensayo en el que hace un recorrido por su país que va de la costa caribeña hasta a la cordillera de los andes y la amazonía.
Post a Comment