Al colega y a mí nos gusta comer en casa. Lo disfrutamos. Casi siempre, el cocina, yo recojo. Pero a veces queremos comer fuera. Queremos salir, ver gente, y no tener que ocuparnos ni de planificar la comida del día ni de recoger. A veces, simplemente no estamos de ánimos o llegamos cansados después de un día largo. En estas ocasiones, compramos para llevar. Y he aquí el problema: los odiosos envases de foam que llenan el zafacón y nos llenan de sentimientos de culpa.
Se me ocurre que debería alguien proponer un proyecto de ley para eliminar estos odiosos empaques. Cada vez que compro comida en los takeouts me da un estrés enorme saber que el envase en el que llevo la comida puede tardar más de un millón de años en descomponerse. He pensado en la posibilidad de llevar mi propio envase cuando vaya al restaurante más cercano pero temo que me miren cruzao’ y simplemente me digan que no. Sé que en algunas partes del mundo se puede hacer…que conste.
El proyecto de ley que sugiero podría permitirle al restaurante optar por varias alternativas al foam como los envases plásticos, que también son malos para el ambiente pero no tanto, o los de papel que no aguantan un buen plato de arroz con habichuelas, pero los hay más fuertes. Lo he leído. También hay unos que parecen tan fuertes como el styrofoam pero usan otro material. Nada, que hay que buscar soluciones. Debe haberlas.
Supongo que los restaurantes podrían ofrecerles alternativas a los clientes, como por ejemplo venderles un envase reciclable que puedan traer cuando vuelvan al negocio—algo como lo que se hace con las bolsas del colmado hoy. O que el consumidor pueda traer un envase que cumpla con ciertos estándares de tamaño. O por lo menos que el proyecto de ley limite el foam a la comida para llevar fuera del negocio. Conozco negocios que ya lo hacen así. Al comensal que se queda a comer en el restaurante se le sirve en platos regulares. Lo mismo se puede decir de los cubiertos plásticos. Muchos terminan en la basura de todos modos. Mejor no incluirlos en el pedido. Yo he optado por pedir que no me incluyan cubiertos ni platos desechables cuando compro para llevar. En algunos países europeos no te dan ni servilletas ni vasos plásticos cuando compras para llevar. Aquí a veces te sirven el vaso plástico y el sorbeto también. Nunca lo he entendido.
Sé que hay alternativas. Starbucks ha informado que ya no dará sorbetos en sus restaurantes. Debería fomentar de una vez que la gente traiga su propia tasa por un descuento, u otro atractivo. Tal vez El Mesón pueda ser el pionero de la campaña en la isla para reducir el uso de materiales y proponer una campaña en la que compras la taza y cada vez que la traigas, si compras el desayuno te regalan el café ¡Servido en tu propia taza! Ya eso sería un importante paso adelante y un buen mensaje. En el mientras tanto, la culpa me consume...
Enlaces pertinentes:
https://www.mnn.com/food/healthy-eating/questions/what-is-the-greenest-take-out-container