Supongo que ya todos --si están conectados a las redes-- habrán visto el famoso
video en el que John Oliver (HBO) en su program Last Week Tonight dedica unos 20 minutos a reseñar la crisis fiscal
en Puerto Rico, acompañado de “nuestro” Lin Manuel Miranda. Supongo que también
habrán leído comentarios a favor y en contra del segmento. Comienzo aquí por
decir que yo lo disfruté como disfruto de muchos de los programas de Oliver.
Oliver en su programa hace más investigación sobre los asuntos que trata que la
que hacen muchos programas de noticias. Por supuesto que favorece una agenda
liberal que seguro desagrada a ciertos grupos. También es cierto que a veces
trivializa algunos temas con comentarios como el de la máscara de vejigantes,
pero Oliver es comediante y no hay que exigirle la severidad que se le debería
exigir a los noticiarios.
Ahora bien, aunque no concurro
completamente con algunas quejas que se le han hecho a Oliver y LMM si
reconozco que algunas cosas me causaron malestar. Primero, Oliver sostiene que
la isla es un territorio, nunca usa la palabra colonia. Hasta que no se
reconozca la relación colonial de la metrópolis con la isla, y viceversa, no
vamos a salir de ella. Es como el que se quiere divorciar pero no quiere
mencionar la palabra divorcio. No se puede salir de una situación si no se
llama por su nombre. Segundo, me molestó que LMM dijera que no se pedía un
“bailout” (fondo de rescate) para Puerto Rico.
Yo me digo: ¿Por qué no? Si se les pudo dar alivios fiscales a los
grandes bancos, por qué no a la isla. Los bancos por lo menos podían declararse
en quiebra, nosotros no. Tampoco me pareció justo que se usara solo a Fortuño
como ejemplo de los que se han encargado de aumentar la crisis. Aunque me
molestó que el exgobernador dijera “Puerto Ricans”, en vez de decir “we”. Pero
ese desliz revela lo que ya sospechábamos: él no se considera de aquí, sino de
allá. Finalmente, en el video no se menciona la Junta de Control Fiscal y cómo
viene a hacer fuego de la leña que queda. Lo peor de la Junta, y a lo que se le
pudiera dedicar otro video satírico, es que viene a proteger los buitres y no
al pueblo. Viene a asegurar que los más ricos sigan sacando oro de la mina y
los trabajadores, apenas el 34% de la población, y los pensionados paguen los
platos rotos.
Sin embargo, a mí me complace que Oliver
nos haya dedicado esos 20 minutos. Tenemos que reconocer que el video ha
recibido una notoriedad increíble (aproximadamente 4 millones de personas han
visto el video en YouTube solamente). También ha obligado a muchos que
desconocían la situación a hablar de crisis por la que atraviesa la isla y con alguna suerte a pensar en nuestra condición colonial. En
fin que con todos sus defectos y lagunas el video ha hecho más por dar a
conocer la isla que los tímidos reclamos de los políticos (Sanders, Clinton,
etc) en sus rondas de campaña.