Ahora de vuelta a la
realidad. La ficción de las series televisivas que nos distraen queda
fuera para discutir lo sucedido en el país con la crisis fiscal y cómo parece
no resolverse. Tengo amigos que dicen que no leen la prensa porque está llena de
malas noticias. Yo, como soy masoquista, no dejo de leer los periódicos,
cualquiera que me encuentre. No me gusta andar en Babia. Me gusta estar
enterada y que no vengan a confundirme con mentiras—no que la prensa no mienta,
vale, pero para eso se leen diversas fuentes.
Pero al tema. No nos sorprende la
cantidad de cosas alarmantes que suceden y se barren bajo la alfombra o se
tergiversan. Sin embargo, me preocupa mucho una propuesta que se ventila
como parte de la solución a la crisis fiscal. Y es que a pesar de que la crisis NO la han provocado los
trabajadores, en la prensa vemos como los empresarios y el gobierno de
turno buscan que sea la clase obrera (o sea, las víctimas) los que paguen los
platos rotos. Entre las más sonadas recomendaciones de la Krueger está la de
solicitar que se nos exima de honrar el salario mínimo federal, como si el
sueldo de los trabajadores fuera el problema y no la incompetencia de los que
nos han gobernado. El Presidente de MIDA, Ricky Castro (El Nuevo Día la semana pasada) sugiere que se
evalúen las leyes laborales que, según él, impiden el crecimiento del sector
privado. Mientras tanto se habla de un aumento a las tarifas de la agua y de la
luz, se le añade un IVU a gran parte de los alimentos y se pretende fusionar o
eliminar agencias que ofrecen servicios al consumidor de modo que cualquier
gestión se vuelva una odisea aun mayor.
Supongo que tienen la esperanza de
vaciar al país de su gente trabajadora, (y con ello las “turbas” que puedan
discrepar o interferir con sus metas). De esa manera podrían convertir al país
en una gran plantación al estilo de las de los siglos 18 y 19 de modo que los
ricos (léase inversionistas) puedan quedarse con la isla ya que esos sí
estarían en un paraíso en el que se les eximiría hasta del pago de contribuciones
hasta el 2036, o sea, to
infintiy and beyond.
Otra cosa que me endiabla es el
sueldo de las Mesías (aunque hay muchos otros consultores que no conocemos de
nombre pero que están hartándose de igual manera.) Me pregunto, ¿Por qué hay
que invertir $400,000 en un análisis de la Krueger a la situación del país
cuando cualquier pendejo que lee el periódico, puede hacer sugerencias como las
de ella? Digo, cualquiera que sea neoliberal y que busque solucionar la
crisis echándoles la carga a los que nada tuvieron que ver con ella. ¿Y qué del
sueldo de la Donahue? A mí esta señora no me convence para nada con sus
sonrisas mecánicas y sus facturas por millones de dólares. (Por lo menos la
Krueger anda por ahí con cara fúnebre y no trata de deslumbrarnos con su
coqueteo artificial)¿Realmente necesitamos que Donahue nos siga diciendo cómo
manejar la crisis en la AEE? ¿Acaso va a colapsar si ella se va? ¿Acaso se va a
dejar de trabajar si a ella no le pagan 7 millones en los próximos tres meses?
La verdad es que no acabo de entender a los que dirigen el país. Melba, por su
parte, parece un topo, dando vuelta y vueltas sin realmente saber qué hacer ni
cómo. ¿Será que también tiene las manos atadas (con esposas de hierro) y lo que
hace es dar cara? (Que tampoco entiendo como no cierran el BFG si ha probado
año tras año ser tan incompetente...Han manejado tan mal NUESTRO dinero que de
verdad no deberíamos seguir pagándoles.)
Y ¿cuándo pagará alguien por el
descalabro? Me indigna la impunidad. Se roba y malbarata a diestra y
siniestra el erario y ningún culpable paga...
Finalmente, ¿cómo es que recurrir a
los federales va a suavizar la píldora? Yo prefiero que se queden en el norte
señalándonos de ineptos y que no vengan aquí a darse golpes en el pecho.
Si hubiesen querido ayudar lo habrían hecho hace años. No es como que
esto es una deuda nuevecita y que el desmadre es de ayer. Si AGP quisiera
realmente ser un héroe y salvar al país tomaría las miles de propuestas
sometidas por los del patio (economistas, abogados, empresarios,
investigadores, profesores, grupos comunitarios) y echaría a caminar la
máquina. Y NO para subir impuestos, servicios y alimentos. Y NO
empeorando las condiciones de los trabajadores quienes mantienen la economía en marcha después de todo; porque si no hay dinero, no hay consumo y si no hay
consumo, la máquina se detiene y colapsa.
Debería empezar AGP por limpiar la casa; mandar de paseo a los consultores y contratistas que drenan el precario presupuesto, eliminar los privilegios de los de su confianza (No el aguaje que hubo que prometía que se iban a recortar el presupuesto y luego quedó en nada, sino poniendo un tope de $60,000 anuales a la legislatura, jueces, personal de confianza). Todo el mundo a manejar y pagar su propio vehículo y pagar su propio alimento. Cero viajes al extranjero, para lo que sea, que para eso existen las videoconferencias. Que aprendan a usar Skype que hasta gratis es (y hasta sus propios hijos le pueden ofrecer un tallercito...gratis.) Estamos en tiempos de crisis. A la Krueger y a la Donahue que empaquen sus trapitos y recojan sus séquitos y lleguen hasta el aeropuerto en taxi y pagando propina. Basta ya. Que todo el mundo ligue cemento.
Sugiero como lecturas suplementarias: "Esquema Ponzi en la
AEE" de José González Freyre (El Nuevo
Día, Negocios, 19 jul 2015) y "El informe Krueger en el juicio
final" de Carlos Frontera Santana (Claridad 16-22 jul 2015)