Too little too late. Eso es lo que tenemos que decir del desahogo de Don José Ramón de la Torre. Desafortunadamente lo que confiesa el exdirector de la UPR no nos toma por sorpresa. Sabíamos que era un mero monigote de la Fortaleza. También era claro que había vendido su integridad—o lo que quedaba de ella-- con tal de llamarse Presidente de la Universidad. No nos engaña su intento de quedar como la oveja entre los lobos. El había sido Decano de Humanidades, dirigió la Editorial y el Instituto de Cultura. El sabía como se bate el cobre en el gobierno, especialmente en administraciones PNPs. La entrevista solo ha servido para validar lo que habían denunciado los estudiantes en huelga: la administración de Fortuño, en complicidad con la Junta de Síndicos, quería desmantelar la universidad para eliminar la disidencia y moldearla a su antojo. Lo triste es que si nos dejamos llevar por la participación tan patética del actual Presidente van a lograr su cometido. Si Muñoz no sólo no pidió un presupuesto real para la UPR, sino que metió a la universidad en una nueva deuda. No hay que ser economista para saber que así no se arreglan las cosas. Cuando uno está embrollaó para empezar, no te prestan dinero. Y si lo hacen tienes que entregarles hasta la casa (por no decir otra cosa)¡! De la única forma que vamos a poder salir de este nuevo embrollo económico—además de echarle la culpa a la pasada administración (léase Acevedo Vilá y García Padilla)--es rezar para que nos condonen la deuda, o recibir una donación de esas millonarias como las que reciben Harvard y MIT. ¡Estamos jodios!
1 comment:
Así es. Que no se quiera hacer el inocente. Y que si va a denunciar que lo haga con nombres y apellidos, sin miedo.
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