El después de María es un estado de carencias. Se está sin electricidad, sin agua, sin celular, sin teléfono, sin internet, sin comida apetecible, sin salidas sociales. Es un largo sin sin sin. Lo único que hay en abundancia es el ruido de las generadoras...pero ese es otro cuento. Y eso que mi pueblo no es de los que cayeron en la lista de desastres. No me imagino cuán abrumados se sentiran los que viven en los pueblos que fueron abatidos por el huracán.
Justo después de la tormenta yo todavía estaba optimista. Le había apostado al colega que llegaría la luz el 30 de octubre, digo en mi área porque para todo el país no me atrevería...Él me aseguró que para el 15 de noviembre. Cuando se lo comenté a mi hijo, me dijo, "Mami, ¿estás loca? En febrero." Lamento admitir que parece que el licenciado tenía razón. A este son, 65 días desde aquel fatídico día, todavía la luz solo llega de la naturaleza de 6 a 6. (O mientras machaca la planta).
La verdad es que estaba en negación ya que una amiga avezada, jubilada de la AEE, me había advertido poco antes de Irma, que si venía un huracán como Georges no tendríamos luz por meses porque el sistema estaba deteriorado y no se le daba el mantenimiento necesario.
También dijo que "los zorros viejos" que conocían el sistema y sabían atar cables aquí y allá--como aparentemente se hizo en Georges-- se habían retirado. Así que no sé porque vivía con la ilusión de que en 40 días iba a estar la casa encendida.
Reconozco que hay gente que se las vio y se las ve muy mal. Hay muchos que no tienen ni para comer y viven precariamente, entre la leptospirosis y las diarreas. Saber que estoy mejor que ellos, me entristece, no me consuela. No me consuela porque hubo un Whitefish y un Cobra y una Lisa Donahue. No me consuela porque hay tanto inepto en el gobierno, hay tanto corrupto y no podemos hacer mucho más que quejarnos.
Ya me abruman las condiciones del país...que se diga que al dia de hoy todavía no han restaurado el servicio energético en el área metro, que no hay postes para reemplazar los miles que se afectaron, que haya quien defiende tanta ineptitud. Eso me da depress como decía una amiga. Hasta yo sueño con agarrar un avión y marcharme de esta "bendita" isla.
Mientras espero que vuelva la luz, he decidido soltar el bolígrafo y unirme al grupo de los que se hacen sentir tecleando un dedo a la vez.