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Friday, May 08, 2015

Birdman, o el álter ego



Todos los seres creativos buscan la inmortalidad de una forma u otra. Decía Shakespeare que sería a través de su verso que la persona amada (y el poeta a su vez) alcanzaría la anhelada eternidad.  Aquí como ejemplo, un fragmento del Soneto 81--aunque varios de sus poemas tratan el mismo tema de la inmortalidad a través del verso.  
“When all the breathers of this world are dead;
You still shall live (such virtue hath my pen)
Where breath most breathes, even in the mouths of men.”

Así que podríamos decir que el escritor(a) busca la perpetuidad en su obra. Por eso escribe y escribe y no descansa hasta encontrar el verbo que “ages and ages hence” lo ponga en boca de todos. Asimismo, el pintor busca entre texturas y colores una forma de reproducir su mundo que lo distinga de los demás artistas plásticos; el actor busca el libreto perfecto, el personaje que lo destaque, que le de renombre, que lo lance a la inmortalidad. A veces para un artista basta el reconocimiento de los fans, pero cuando se presume de ser un actor serio, la fama no basta.

Birdman, película ganadora del Oscar en 2015 y dirigida por Alejandro González Iñárritu, nos habla de la necesidad que tenemos de dejar una huella, un legado. Ese afán por ser recordado de una forma en particular… Es, a mi parecer, la historia de todos nosotros. Desde que salió la película quise verla, pero no fue hasta ayer que logré hacerlo. Es como la imaginé: Estupenda.

Birdman or the unexpected virtue of ignorance es la historia de Riggan (Michael Keaton) un actor que se ha hecho famoso por su interpretación de un superhéroe, y que abandona la fama y su personaje icónico—o pretende hacerlo—para convertirse en un actor auténtico.  Para lograr su objetivo, escribe un libreto basado en un cuento de Raymond Carver (gran cuentista americano) e intenta montar, dirigir y actuar en la obra y hacerlo nada menos que en Broadway, la cima del teatro estadounidense. La idea es que tener éxito en Nueva York, le dará el respeto de sus pares y de la crítica que tanto anhela. Sin embargo, Birdman, el personaje, rehúsa hacerse a un lado. Se convierte en su álter ego, una conciencia, impertinente y peligrosa. Le reclama, humilla y acosa sin compasión. Su caótica vida personal y los demás actores (entre ellos, un magnífico pero egocéntrico actor secundario-- Edward Norton en el papel de Mike) intentan socavar sus metas y llevarlo a la ruina. Y hasta aquí la sinopsis para no arruinarles el final.

Pocas veces uno se siente complacido con la elección de los Oscares, pero esta vez, tengo que aplaudirla. Una pena que Keaton y Norton no recibieran premios también. Este tiene que ser el mejor papel de Keaton que recordamos por su actuaciones en Beetlejuice y en Batman, este último un rol que se atrevió a abandonar años atrás y que muchos ven como el comienzo del final para su carrera. Ambos roles ya datan de hace veinte años lo que habla mucho de la dirección en picada que había tomado su carrera desde entonces. El actor admite haber usado su propia experiencia con Batman para el rol de Riggan en Birdman.  Cuando recibió el premio en la categoría de mejor actor en Los Golden Globe Awards, se mostró sumamente conmovido. Ahora que he visto la película y he leído sobre el, entiendo su reacción al premio. Era, supongo, el reconocimiento al que aspiraba Riggan, el personaje y a la vez, Keaton, el actor. Los críticos juraban que se llevaría el Oscar, pero no fue así. Una reseña que leí decía que a los de la Academia/Oscares no les gustaban las historias de redención, y que igual que ha ocurrido con otros actores que intentan regresar del anonimato, Keaton fue ignorado/castigado, no premiado. Sin embargo, Birdman ganó el premio a mejor película y mejor dirección aun cuando una de las críticas más severas que hace la película es a los críticos que son capaces de dejar que sus prejuicios personales nublen su apreciación de una buena obra.

En fin, que recomiendo la vean ya que es un film diferente que nos habla a todos. González Iñárritu, quien escribió el libreto además de dirigir la película, alega que Birdman es su propio álter ego, ese ser que lo eleva y destruye a la vez cuando intenta crear algo. Toda persona creativa, y supongo que los demás también hasta cierto punto, conviven con esa voz interior que la obliga a vivir con el temor al fracaso y a la humillación.  Por lo que tengo que reiterar, todos somos Birdman.

Reseñas a las que me refiero:

2 comments:

Elba Iris Pérez, Ph.D. said...

¡Excelente análisis! Usualmente no me gustan las películas sobre el teatro. Me parece muy fácil desarrollar un personaje de actor si eres actor. Pero, en Birdman la trama se lleva todas las estrellas.
La actuación de Keaton es espectacular. Uno sufre con él, y no digo mas, para no dañarle la experiencia al que no la haya visto. Creo que debió ganar el Oscar. Ahora ame pasa con él como con Joaquin Phoenix: creo que debió ganar el Oscar para Gladiator. Pero, ahí vamos.
Ver a Keaton hablar sobre la película, su experiencia como actor, etc, es un regalo mas. ¡Que tipo tan humilde y serio!
Que bueno que hayas escrito sobre Birdman. Te felicito.

elf said...

Gracias, Elba por venir por acá. Y por comentar sobre el film. Hay mucho más que comentar sobre esta obra, como por ejemplo, no mencioné mi escena favorita: Riggan caminando por las calles de NY y Birdman sirviéndole de sombra. Wow. Loved that scene!